viernes, 24 de junio de 2011

YO NO LO VOTE

No voté a Kirchner presidente en el 2003. Es más, directamente no voté. Es más, milite el "no voto" con toda mi frustración militante a cuestas.
Hija de un laburante peronista,  fundador de la JUP y delegado de la JTP de Luz y Fuerza; militar en la UES era una obligación moral dictada por mi eterno Edipo nunca resuelto. Para cuando llegó el Felices Pascuas tenía 17 años. Ese día se terminó la primavera alfonsinista y empezó un largo invierno para todos.
El P.J.  terminó expulsando a una enorme cantidad de peronistas de sus filas. EL primer indulto fue un latigazo para quienes nos habíamos criado escuchando el "Patria o Muerte". Muchos sentimos que había triunfado la muerte. Todavía me acuerdo de la última pintada de la JUP de Filosofía y Letras: "A los tibios los vomita Dios... y a los traidores los escupe el pueblo"
Pero la militancia se lleva en la sangre y muchos de nosotros buscamos refugio en la izquierda nacional. Los 90` fueron  años de resistencia a la aplanadora.  Eran épocas de heladeras vacías, de vender pastelitos y empanadas para bancar  la organización,  mientras caian sobre nuestras cabezas los cascotazos del muro de Berlín. Nunca voy a olvidarme de un compañero muy sabio, el único mayor de 60 años que se bancaba nuestros campamentos. EL Tito Barreiro, el que nos decía en 1990: compañeros! en la vida hay momentos para la política y momentos para la ideología. Se vienen años duros y hay que fortalecerse desde la ideología.
La Alianza no significó ni siquiera un alivio... Para cuando huyó De La Rúa, habían pasado doce años y habían quedado 40 compañeros en el camino, asesinados por reclamar contra la barbarie y el crimen del hambre.

Quedé embarazada en el 2001. Con mucho dolor recuerdo mi angustia y mis dudas. Me sentía culpable de traer a este mundo a un pibe más que nacía sin futuro. Marcos nació en noviembre. En diciembre, la angustia se transformó en deseseperación. Su hermana Maia, que tenía 4 años, le explicaba al bebé que a lo mejor Papa Noel no llegaba nunca porque se quedaba varado en algun piquete. Pero que no se preocupara, que los piqueteros eran buenos porque eran amigos de sus papás. No éramos los únicos, la clase media perdió sus buenos modales cuando sus ahorros fueron retenidos. 
Con el enano colgado de mi pecho marché todo el año 2002 y entré a la  Plaza de Mayo para pedir justicia por Kosteki y Santillán... En ese contexto, la campaña electoral me parecía una farsa.

El 25 de mayo del 2003 escuché al nuevo presi con mucha incredulidad. Me gustaba lo que decía, pero...
A los pocos días Alicia Kirchner me llamó a casa. Hacía años que nos conocíamos (vueltas de la vida, nomas) y me invitaba a trabajar con ella. Me acuerdo haberla mirado a los ojos para decirle: - Alicia, yo no voté a Nestor. Me sostuvo la mirada y me contestó: - Mariela! Si tuviera que convocar a los que nos votaron estaría tan sola acá adentro!!! Ahí me di cuenta de que había algo que estaba cambiando en serio...
Y vino la ESMA en marzo del 2004, la anulación de las leyes de la impunidad, el 25 de mayo abajo del diluvio con el enano en los hombros haciendo la V mientras Charly cantaba el himno, el entierro del ALCA en Mar del Plata, Fidel y Chavez hablando en Córdoba, el pago de la deuda (bendito Néstor! sólo él podía lograr que una banda de zurdos aplaudiera el pago de la deuda externa!!!!!) En el 2005, nos sacamos de encima el lastre del Duhaldismo y digo sacamos porque ya me sentía parte de este proyecto.
Estos días me llovieron las imágenes. El día que Alicia me presentó a Néstor (allá en el fondo de La Matanza), la campaña de Cristina en el 2005, la discusión por la 125, el día que se zambulló el la plaza (vieron? ya no es mas la Plaza de Mayo,  ahora es La Plaza), la noche de la traición... 
Cuando Néstor asumió la presidencia del PJ, para muchos de los nuestros fue una revancha histórica, volver a llenar al partido de peronismo... Otros eligieron la condena, nos acusaron de "pejotizarnos" y con algún resabio de miopia histórica, vaticinaron la derechización del proyecto... Tal vez a mi se me confundan un poco las coordenadas, pero ya es lo de menos. Si derechizarse es bancar a Evo, a Chavez, a Correa y a Fidel, estatizar Aerolineas, dictar la Ley de Medios, estatizar las AFJP, otorgar la asignación universal por hijo, ser pioneros en dictar la ley de matrimonio igualitario, y bueno, entonces seré de derecha nomás... Será que Néstor me contagió de su pragmatismo...
Nunca entendí las muertes injustas. Me enojan. Me rebelan. Abrazada a una compañera le pregunté: - ¿Porqué siempre mueren los nuestros? Me contestó al oído: - Porque los nuestros siempre dejan la vida por su pueblo
Un compañero, con el que estamos construyendo una linea de tiempo, me dijo el jueves: - Negra, hay que cambiar el final... Lo miré con cara de boluda, y se dió cuenta de que no lo había entendido. Recién hoy caigo en lo que quiso de decir, quise cambiar el final pero no pude, y aca estoy volcando lo que siento.
El viernes, mientras el cielo lloraba para no dejarnos solos en nuestro llanto me sentí huérfana de nuevo. Pero algo había en esa plaza, en LA plaza. Una energía especial, estaba naciendo un mito y crecia una fuerza que nos iba contagiando a todos. Había miles de pibes. Son KIRCHNERISTAS, asi, con mayúsculas, porque nacieron a la política con Kirchner. Ellos dicen que Nestor no murió. Y yo, esta vez, elijo creer...

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